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22 de abril de 2010

Niveles y registros de Habla


Cada persona es un universo. La forma de hablar -pronunciar palabras e incluso escribirlas en su mensaje para hacerse entender en un acto comunicativo-, depende de dónde aquélla haya nacido, de su nivel o herencia socio-cultural, de su edad (un asunto generacional), de sus circunstancias, etc.

Además, cada individuo adecua su modo particular según las características del interlocutor y el contexto (no es lo mismo hablar con nuestro rector que con la compañera de banco). Por lo tanto, el Habla presenta diversas variedades según las siguientes variables:

Geográficas: no habla igual la Lengua Castellana una persona que haya nacido en Arica, Concepción, Galicia o Veracruz; el vocabulario -el patrimonio léxico- y la entonación de las frases serán diferentes.

De estilo (Registros de Habla): un individuo habla de igual modo cuando conversa con un profesor que cuando lo hace con los amigos. O sea, el hablante se adecua al escenario, al contexto y al interlocutor. Tenemos: registro formal y registro informal (coloquial, familiar).

Sociales (Niveles de Habla): dependiendo del nivel socio-cultural y del dominio lingüístico o competencia que se tenga, el Habla puede tener los siguientes niveles: culto, coloquial (o familiar) y vulgar.

El nivel culto se caracteriza por su gran vocabulario, la pronunciación correcta y adecuada, la construcción de párrafos lógicos y con consistencia interna y el esmero en la dicción (que apunta a la correcta selección y pronunciación de los vocablos). Es el nivel más alto de uso de la lengua. Es muy importante el contenido (lo que se dice) y la forma del mensaje (cómo se dice). Utiliza recursos para embellecer el lenguaje: comparaciones, metáforas y otras figuras retóricas. En suma: riqueza semántica dada por la robustez de vocabulario; pronunciación correcta, cuidada y adecuada (incluso en la selección de las palabras, o sea, correcta dicción); mensajes con orden lógico y consistencia interna; uso de cultismos (palabras que proceden del griego o del latín) y figuras retóricas.

El nivel inculto o vulgar suele distinguirse por la utilización de pocas palabras y la construcción deficiente de frases y oraciones y sin precisión en el sentido (un festival de ripios idiomáticos, semánticos y morfosintácticos). En este nivel, un sujeto habla siempre igual y no se adapta a las situaciones de comunicación. En suma: utilización de pocas palabras, algunos vulgarismos y barbarismos y oraciones cortas y sin terminar; además, los mensajes están desorganizados y no siguen un orden lógico.

El registro informal o coloquial –a diferencia del formal que está en la antípoda- es el que se utiliza más comúnmente. Es espontáneo y natural aunque, a veces, tiene algunas incorrecciones. Es muy expresivo y tiene muchos matices afectivos. A veces se descuida la pronunciación.

Veamos algunas combinaciones:

Nivel culto formal: Se registra en aquel individuo que impone y materializa en su Habla una preocupación por seleccionar todos y los más variados recursos lingüísticos que dispone (morfosintácticos, semánticos, ortológicos, retóricos). Sus características primordiales son la riqueza de vocabulario, la precisión conceptual, los matices semánticos y la corrección gramatical, desde lo morfológico y lo sintáctico, a la hora de componer sus frases, oraciones y párrafos.

Nivel culto informal: Se registra en ese individuo que, aunque tiene una instrucción académica más o menos robusta, se expresa de modo relajado y sin mayores pretensiones estilísticas o retóricas (conversaciones con amigos), permitiéndose incluso algunas incorrecciones o ripios idiomáticos.

Nivel inculto formal: Se registra en una persona de clase baja, en términos de instrucción formal y no necesariamente considerando lo económico, en situaciones formales, las cuales la obligan a hacer un esfuerzo gramatical que en nada cosecha éxitos. Su conjunto de palabras -su famoso patrimonio léxico- es precario, reducido, plano y mal usado: palabras concretas y su redacción o discurso suele no tener mayores matices semánticos (uso de sinónimos) y si los tienes, sólo inexactitudes (uso de asertivo por acertado, todo lo cual, todo lo que es). Además, no respeta ninguna norma gramatical y tiene graves fallas en la selección de las palabras (¿Te gusta este chocolate? Sí, es muy regio). El error gramatical está institucionalizado y la persona ni se da cuenta. Es cosa que usted tome el Transantiago y “pare la oreja” respecto de cómo hablan los otros. ¿Reconocerán ser incultos-formales?

Nivel inculto informal: Se registra en esa persona que tiene un nivel de enseñanza o instrucción formal carenciado o nulo. No hay manejo de una variedad semántica y existe escasa corrección gramatical (el “flaite”, el delincuente, el choro chileno: sólo algunos ejemplos).

El lenguaje verbal –recuerde- es la vía de expresión del intelecto o pensamiento. El habla –creadora del sello individual- es producto de su nivel de formación y el uso adecuado y concreto de la Lengua.

Hasta la próxima entrega.

Carlos Tejos

El Habla



El Habla es la utilización -concreta e individual- de una Lengua. Es la materialización del pensamiento a través del uso particular del sistema de signos verbales (escritos y articulados). Recuerde que pensar es nombrar.

El ser humano habla una Lengua (o idioma) cuando la emplea para comunicarse con los demás, ya sea construyendo mensajes (se le llama enunciación) o dándole un sentido, un significado, una interpretación (la evocación).

El conocimiento de una Lengua es abstracto, pero el uso y la competencia que sobre ésta se tenga son concretos: se puede conocer los signos y las reglas de varias lenguas -del Castellano, del Inglés-, pero un sujeto no se puede expresar en los dos idiomas cuando se quiere comunicar con alguien, sino que optará por uno de ellos cada vez. Que se elija un idioma en un momento determinado para hablarlo, no implica el olvido de los otros que se dominen.

La Lengua pertenece a la sociedad, por lo que ninguna persona puede cambiarla a su antojo. Sin embargo, el Habla es mucho más dinámica y hace que, con el tiempo, puedan variar determinados usos de la Lengua. Sin embargo, al hablar, todos deben seguir unas normas marcadas por la costumbre, el buen uso o los dictámenes de instituciones como la Real Academia Española (cuya página web usted suele visitar para aclarar dudas semánticas y fortalecer su patrimonio léxico).

Hasta una próxima entrega.

Carlos Tejos

Primera Prueba Solemne


A continuación, lea las siguientes expresiones. Recuerde que expresar es manifestar con palabras, miradas, gestos o movimientos corporales, entre otros, lo que uno quiere dar a entender. Luego, identifique la(s) función(es) del lenguaje (verbal) en ellas:

1.- ¡Qué manera de llover!
2.- ¡Te pasaste!
3.- ¡No te vayas, te lo suplico!
4.- ¿Me escuchas bien?
5.- Isabel Margarita estudia Publicidad.
6.- Aló.
7.- Claro.
8.- Mmmm.