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26 de abril de 2010

La palabra y su significación


Toda palabra tiene un significante (forma, imagen visual o sonora) y un significado (contenido, imagen mental). La Semántica estudia lo que las palabras han significado a través de los siglos y lo que significan en la actualidad. Por ejemplo, hay vocablos que en la Edad Media tenían un significado distinto al actual.

Cada palabra está compuesta por una serie de fonemas que podemos articular y escribir, es el significante; por ejemplo, perro: /p/ + /e/ + /rr/ + /o/.

En nuestra mente asociamos estos fonemas con un concepto (idea, noción) que es su significado. Si se piensa en la realidad perro (referente), tiene asociado el significante escrito “perro” y el significado está entregado por la definición: “mamífero doméstico de cuatro patas, gran olfato y muy leal al hombre”.

Cuando se percibe a través de los sentidos una idea (concepto) o realidad (referente), la relacionamos inmediatamente con su significado, y éste, con el significante que le asigna el idioma en el que la persona se expresa. Así, si usted ve un dálmata, un pequinés o un caniche, lo asocia con el concepto y el significante de perro.

Hay algo que debe tener claramente establecido: la relación entre el Significante y el Significado es arbitraria y convencional. Es decir: no hay nada en /p/ + /e/ + /rr/ + /o/ que obligue a esta serie de fonemas a significar el concepto de “perro” y al revés. La prueba es que /d/ + /o/ + /g/ expresa exactamente el mismo concepto en la lengua de Shakespeare.

Si los hablantes del Castellano se pusieran de acuerdo en que /p/ + /e/ + /rr/ + /o/ pase a significar otra cosa (por ejemplo, “gato”) y en que “perro” se diga de otra forma en Castellano (por ejemplo, /d/ + /o/ + /g/ + /o/), no tardaríamos mucho en acostumbrarnos (y los que menos notarían el cambio serían los perros).

Un dato más: el lingüista o estudioso de la Lengua Ferdinand de Saussure –usted ya sabe más o menos algo de él (pero puede conocer más)- fue el primero en formular esta “arbitrariedad del signo”. Observó que, de hecho, las palabras cambian de Significante y de Significado, sin que ello altere en nada el objeto.

Ahora veremos qué significa campo semántico. Agrupamos semánticamente las palabras por los rasgos comunes que nos permiten relacionarlas, pero las distinguimos por sus rasgos diferenciales. A estos rasgos los llamamos semas.

Casa, piso, choza, chabola... tienen en común que cobijan a las personas; pero su tamaño, que habite en ellas una o varias familias, su situación, etc., las hace diferentes. Las palabras que se relacionan entre sí por su significado forman un campo semántico; en el ejemplo anterior, el de la “vivienda”.

Hasta la próxima entrega.
Carlos Tejos